A-ball, Fútbol en silla: un deporte nacido de la pasión por el fútbol

8 de marzo de 2018

El A-ball, Fútbol en silla, es un deporte muy joven, prácticamente acaba de nacer. Pero sus raíces están firmemente arraigadas en el deporte original, el fútbol. Mediante su práctica, cualquier jugador que participe podrá constatar que la dinámica de juego y los movimientos con el balón son prácticamente los mismos que los que se realizan en el deporte rey.

Para Fernando Giner, uno de los creadores del A-ball, Fútbol en silla, el principal objetivo de esta nueva modalidad es que «los aficionados que por algún tipo de circunstancia de movilidad no puedan jugar a este deporte, vuelvan a recuperar las ganas y la ilusión al sentirse de nuevo futbolistas”.

Pero ¿qué tiene el fútbol que no tienen otros deportes?, ¿por qué es el deporte rey?

El fútbol es uno de los deportes más antiguos. Prácticamente en todas las culturas hay evidencias de la práctica de un juego participado por dos equipos, en el que hay que conseguir colocar un balón en algo similar a una portería. En el s. XIX, se establecen las normas de juego de lo que hoy conocemos como fútbol y nace así el deporte de asociación, estableciéndose la primera competición entre clubes de jugadores amateur. Poco a poco el deporte se profesionaliza, se crean federaciones de clubes y competiciones locales, nacionales e internacionales, destacando la más importante, el Mundial de fútbol que se celebra cada cuatro años. De esa manera el fútbol se convierte en un deporte universal, que cuenta con millones de aficionados en todo el mundo.

Hoy por hoy el fútbol es mucho más que un deporte. Es un espectáculo, una afición que se hereda de padres a hijos y también una escuela que enseña valores esenciales: compañerismo, superación, espíritu de equipo, esfuerzo, trabajo y disciplina. Valores que comparte con el A-ball, Fútbol en silla, y que hacen de éste uno de los pocos deportes adaptados que favorecen y promueven la inclusión, al permitir que en un mismo equipo jueguen juntas tanto personas con algún tipo de diversidad funcional con las que no tienen.

El A-ball, Fútbol en silla, es uno de los pocos deportes adaptados que permiten que personas con diversidad funcional jueguen juntos.

Otro de los factores que hacen del fútbol el deporte rey y que comparte con el fútbol adaptado es el sentimiento de pertenencia a un equipo. Los seres humanos somos gregarios por naturaleza, necesitamos sentir que formamos parte del grupo. El fútbol hace que sintamos esa unión con el resto de aficionados, reforzada en muchos casos por lazos de familia, ya que generalmente todos los miembros suelen seguir al mismo equipo.

La lucha por la victoria también es importante para generar emoción en el público. Por ver jugar una final se desplazan muchos seguidores esperando ver a su equipo ganar la competición y disfrutar de ese momento único de felicidad.

El fútbol y el A-ball, Fútbol en silla, comparten además algo fundamental en un deporte: ambos son muy divertidos. Quien lo practica, disfruta de la competición en el terreno de juego y del desafío que supone intentar ganar un partido. El espectador sigue con emoción el juego y se recrea al ver las estrategias de ambos equipos para ganarle terreno al contrario y quedarse con la posesión del balón.

En AFAE promovemos el A-ball, Fútbol en silla, para que poco a poco los aficionados al fútbol conozcan una nueva disciplina que comparte emoción, diversión y valores con su deporte favorito, el fútbol.

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