El árbitro de A-ball, Fútbol en silla. Entrevista con Martín Gonzalvo.

27 de septiembre de 2018

Sorprende la madurez con la que Martín Gonzalvo, árbitro de A-ball, Fútbol en silla, se expresa. A sus 18 años recién cumplidos, Martín ya ha vivido experiencias que probablemente muchos chicos de su edad no vivirán nunca. La presión de ser árbitro en un terreno de juego y la responsabilidad que conlleva no son cosas fáciles. Pero a él le encanta. Es algo que siempre, desde pequeño, quiso hacer. Y lo ha conseguido.

Martín es árbitro desde los 16 años, esta va a ser su tercera temporada. Cuando era pequeño, en el colegio, y los chavales que jugaban preguntaban si alguien quería pitar, él siempre levantaba la mano. Ahora arbitra los partidos de A-ball, Fútbol en silla y también de fútbol sala.

¿Cómo llega un chaval de 18 años a ser árbitro de A-ball?

César Iribarren, uno de sus creadores y actual entrenador del equipo, me habló del A-ball. Quedé impresionado por el espíritu de superación de los jugadores, por su compromiso. Me pareció una idea genial crear un deporte lo más parecido posible al fútbol original para que los aficionados con discapacidad puedan jugar, puedan sentirse futbolistas. Ayudar a conseguir eso es una ilusión muy grande y estoy muy agradecido de que hayan contado conmigo.

¿Qué formación es necesaria para poder ser árbitro?

Hacemos un curso en el que estudiamos y analizamos las reglas. Para ser un buen árbitro hay que conocerlas y saber aplicarlas al juego, porque cada partido es diferente.

¿Qué opciones hay de desarrollar una carrera como árbitro de Fútbol en silla?

Hoy por hoy no puedes dedicarte solo a ser árbitro porque no puedes vivir de ello, a no ser que pites fútbol en primera división. Pero es una buena opción para combinarlo con una carrera profesional y estoy convencido de que este deporte va a ofrecer muchas posibilidades.

¿Qué diferencias encuentras entre el Fútbol en silla y el deporte original?

Algunos aspectos concretos del reglamento y el contacto se penaliza mucho más. Pero las diferencias son mínimas. El balón y la pista son los mismos y las tácticas no cambian, incluso el juego aéreo es igual.

¿Cuál es tu relación con el deporte adaptado?

De momento solo he tenido contacto con el A-ball pero lo que he visto es que aporta una gran motivación a los jugadores. Para las personas con discapacidad es una buena manera de seguir activos, de luchar por llegar a conseguir unas metas.

¿Cómo ves el futuro de este nuevo deporte?

Todos los comienzos son difíciles, pero el A-ball, Fútbol en silla, ha avanzado muchísimo y va a llegar muy lejos. Ya tiene el apoyo de la Federación y de empresas grandes que le ayudan. Hemos hecho exhibiciones, hay ciudades con ganas de hacer equipos. Y en cuanto se formen tres o cuatro y se pueda hacer una pequeña liga, despegará del todo.

Debe de ser difícil ser árbitro de A-ball, Fútbol en silla y de fútbol sala, ¿tú como lo llevas?

Se vive de dos maneras diferentes dependiendo del estado de ánimo. Si la semana ha sido dura, si estoy cansado o algo me preocupa, las críticas no se llevan muy bien. Pero en un fin de semana normal consigues que no te afecten. Y te puedes equivocar, claro. En ese caso yo soy el primero que lo reconoce.

¿Por qué crees que el fútbol despierta esa pasión que no despierta ningún otro deporte?

Estás en el colegio y lo primero que ves, son dos porterías y un balón. O cuando vas a algún pueblo, a la entrada siempre hay un campo de fútbol. Se vive desde pequeño, como una tradición más de la familia. Y cuando eres de un equipo, sientes sus victorias y sus derrotas como propias. Forma parte de ti.

¿Qué recomendarías a un chaval que quiere ser árbitro de fútbol?

Es importante estar preparado físicamente y también tener bastante serenidad a la hora de pitar. Aguantar mucho, tener en cuenta las jugadas y ser rápido. Pero sobre todo, que le guste. Y que tenga ganas. Es lo principal.

¿Y a un chaval con discapacidad que no conoce el A-ball, Fútbol en silla?

Pues que si le gusta el fútbol, que venga a conocerlo. Va a ser duro, pero va a poder sentir lo que es ser futbolista y jugar al fútbol.

En AFAE nuestra misión es dar a conocer el A-ball, Fútbol en silla. Para que todos los aficionados al deporte rey que tengan discapacidad , puedan practicarlo y vivir la emoción de ser parte de un equipo. Os animamos a que nos acompañéis en este proyecto lleno de ilusión, talento y afán de superación.

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