El deporte adaptado, sueños que se cumplen
Enfrentarse a la vida, cuando ésta muestra su lado más duro y oscuro, es algo que a todos nos da miedo. La mayoría de nosotros no tenemos que hacerlo, pero hay personas especiales, personas que han visto ese lado y que sin embargo, no se han rendido, han luchado y han alcanzado sus sueños.
En mayo de 1995 y tras serle diagnosticada una neuropatía, Teresa Perales supo que no podría volver a caminar. Tenía 19 años. Es duro imaginar cómo se sintió en ese momento. Pero Teresa no se rindió. Tras un período de adaptación a su nueva situación, aprendió a nadar y empezó a competir. A día de hoy Teresa Perales atesora 27 medallas paralímpicas, 20 medallas ganadas en campeonatos mundiales y 37 en campeonatos de Europa, además de 5 Récords del Mundo. Su lema es “Querer es poder”.
Hasta los 26 años la vida de David Casinos había sido como la de cualquier chico de su edad. Pero la diabetes, enfermedad que padecía desde pequeño, le jugó una mala pasada y debido a una retinopatía diabética, perdió la visión. Tuvo que que aprender de nuevo a vivir. Le ayudó en ese proceso volver a hacer atletismo, deporte que ya había practicado de adolescente. No tardó en acumular medallas y David es hoy en día uno de los deportistas paralímpicos españoles más galardonados, contando con cuatro medallas de oro paralímpicas, 6 medallas de oro en lanzamiento de disco y peso ganadas en campeonatos mundiales y europeos y dos Récords. Su lema es “Todos los días sale el sol y si no sale, ya me encargo yo de sacarlo”.
Las historias de Teresa y David son historias de superación, historias que hablan de esfuerzo y de valentía, para quienes el deporte adaptado es su profesión.
El deporte adaptado nace después de la II Guerra Mundial, como método de rehabilitación de los soldados que habían sido heridos o mutilados.
Pero, ¿qué es el deporte adaptado? Es toda aquella actividad físico deportiva que acepta variaciones para que personas con discapacidad puedan practicarla. Tras sus inicios, la práctica como complemento terapéutico, tanto físico como psíquico, se fue extendiendo y en 1960 se celebran los primeros Juegos Paralímpicos. Hoy en día prácticamente todos los deportes tienen su versión adaptada. El último en unirse a la familia del deporte adaptado, ha sido el A-Ball, Fútbol en silla.
El A-Ball, Fútbol en silla, permite al jugador practicar un deporte que para mucha gente es más que un deporte, un estilo de vida. Y lo hace de tal manera, que es prácticamente igual que el deporte original, haciendo posible el sueño de aficionados con dificultades de movilidad, de volver a jugar a su deporte favorito. En palabras de Fernando Giner, ex futbolista profesional, presidente de la Asociación Española de Futbolistas Internacionales y uno de sus creadores, jugar al A-Ball es “volver a sentirse futbolista”.
Son muchas las personas con discapacidad que practican algún deporte adaptado, porque además de los evidentes beneficios físicos (fortaleza, agilidad, rapidez, reflejos) el deporte adaptado enseña a trabajar en equipo, canaliza la energía y mejora la autoestima. Supone enfrentarse a nuevos retos y motivaciones, pero si se trabaja lo suficiente, si se lucha y persevera, si te esfuerzas, puede poner el sueño, tu sueño, al alcance de tu mano.