Los valores del deporte adaptado

22 de febrero de 2019

El deporte entendido como actividad física conlleva muchos beneficios para la persona que lo practica: agilidad, fuerza, rapidez, resistencia… pero más allá de esto, el deporte posee una dimensión psicológica y una dimensión social. Y es en ellas donde los valores del deporte adaptado se manifiestan de manera más clara y rotunda.

La final de baloncesto de los Juegos Paralímpicos en Río 2016 fue de infarto. Compitiendo contra Estados Unidos, los españoles pelearon jugada tras jugada sabiendo que el oro estaba al alcance de sus manos. Al final no pudo ser y España logró alzarse con una medalla de plata. Un resultado histórico que sabía a victoria.

Nosotros, espectadores emocionados, seguimos minuto a minuto el partido, vibrando junto a los 10.000 aficionados que ese día abarrotaban el Arena Olímpico de Rio de Janeiro. Y celebramos esa medalla de plata igual que si hubiera sido de oro. Porque conocemos y valoramos el enorme trabajo, esfuerzo y sacrificio que conlleva llegar a subir al podio.

¿Qué empuja a un deportista para, a pesar del tremendo esfuerzo que supone entrenar y competir, seguir adelante?

No es cuestión de dinero. Ni de fama. Son sus propios valores y por encima de todo el espíritu de superación, los que le dan la fuerza y el coraje necesarios para continuar hasta en las circunstancias más adversas.

¿Se puede hablar específicamente de valores del deporte adaptado?

Oscar Trigo, exseleccionador nacional de baloncesto en silla de ruedas, afirma: “Mi experiencia en el ámbito del deporte adaptado me lleva a afirmar que los valores del deporte son universales, independientemente de las condiciones de los deportistas”.

¿Cuáles son esos valores universales? Para Trigo son el compañerismo, el trabajo en equipo, el esfuerzo colectivo, la capacidad de sacrificio, responsabilidad, compromiso y por último superación personal. Valores extrapolables a cualquier deporte, incluso deporte individual y en última instancia valores de vida, que componen una actitud muy concreta: las cosas se consiguen cuando se lucha por ellas.

No obstante, sí que hay valores del deporte adaptado. Son todos aquellos que tienen que ver con la inclusión y la integración. Según un artículo en la Revista Tandem sobre los valores educativos del deporte adaptado, “…el deporte debería dar solución a las diferencias individuales, promoviendo la innovación y la adaptación de normativas.”

En AFAE entendemos el deporte como un vehículo de unión, que permite que personas con y sin discapacidad puedan compartir un juego. Y si bien es verdad que nuestra sociedad ha avanzado mucho en términos de adaptabilidad del espacio y de integración social, todavía queda un largo camino por recorrer.

Valores del deporte adaptado como convivencia, integridad, humildad, justicia, tolerancia, cooperación y autoestima, son inherentes a cualquier disciplina adaptada. Desde la más antigua, el atletismo, hasta la más joven, el A-ball, fútbol en silla.

El deporte, debido a sus tres dimensiones, física, psicológica y social, es una gran oportunidad para trabajar valores que favorezcan la desaparición de las barreras que todavía hoy siguen vigentes en nuestra sociedad. Y el A-ball, fútbol en silla, es un buen ejemplo de ello. Deportistas y aficionados al fútbol que un día pensaron que no podrían volver a jugar, gracias a su compromiso, su esfuerzo y su ilusión, hoy, han vuelto a jugar al fútbol.

Desde AFAE seguiremos trabajando y fomentando los valores del deporte adaptado y quizás algún día podamos ver a chavales con y sin discapacidad, practicando juntos su deporte favorito.

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